Empiezo esta historia con una pregunta que me hice a mí mismo a finales del 2016. En ese entonces trabajaba diseñando y creando nuevos productos para una empresa de productos para el hogar. La oficina se encontraba en medio de un pueblo remoto al norte de Quito. Recuerdo hacerme esta pregunta un día mientras miraba pensativo a través de la ventana un paisaje de montañas y vacas. ¿Cómo hacen las empresas exitosas para decidir en qué productos invertir su tiempo y dinero? ¿De dónde se inspiran? ¿Hay alguna trampa o algo que no estoy viendo con claridad? Yo había estado intentando sacar productos que den buenos ingresos sin mucho éxito y parecía que estas empresas sabían algo que yo no. Era verdad: sabían algo que yo no.
Mi nombre es Nicolás Ramírez, y esta en este blog cuento mi historia de transformación, un viaje que va desde mi rol de Director de Producto e Innovación en una empresa tecnológica, hasta convertirme en un emprendedor persiguiendo el sueño de los ingresos pasivos. Procuraré ser muy detallado en los pasos que seguí con este emprendimiento, para que pueda ser de mucha utilidad para todas las personas que planean emprender con productos físicos. Mi historia no se trata solo de lo que hice, sino de cómo decidí rediseñar mi vida, cómo encontré mi propósito y cómo estoy teniendo una vida alineada a este propósito.
Contexto sobre el escritor de este blog:
En mi último trabajo, me encontraba en una posición que muchos podrían considerar envidiable: Director de Producto e Innovación en una empresa tecnológica. El gerente general me contrató con la misión de lograr que en la empresa haya más innovación, pues habían pasado varios años sin que saquen productos exitosos al mercado. Me ofreció un lienzo en blanco para realizar los cambios que crea necesario y que decida yo cómo debería ser mi rol. Fue un privilegio único, pero también una gran responsabilidad. Nunca había tenido experiencia semejante, pues nunca había trabajado como Director en una empresa mediana. ¡Mi mente estaba a mil! ¿Por dónde comenzar?, pero tenía una oportunidad espectacular para demostrar todo lo que había aprendido a lo largo de los años.
Antes de este puesto, trabajé como consultor de innovación y experiencia del cliente en una empresa internacional. Mi misión era guiar a los clientes, especialmente bancos, para diseñar mejores productos con un enfoque centrado en las personas. Estos productos eran digitales: desde banca en línea hasta laboratorios de innovación en empresas. Antes de eso, viví en Francia, donde estudié una Maestría en Innovación, Creatividad y Emprendimiento. Esta experiencia fue más que una educación; fue una revelación. Aprendí que la fuente más importante para aprender sobre un tema no es una universidad, sino el propio internet. Un año antes de entrar a la maestría decidí estudiar todo lo que pueda sobre innovación y emprendimiento, de tal forma que pueda aprovechar mucho la maestría. Ese año de “preparación” fue el inicio de mi aprendizaje autodidacta continuo que me llevó a conocer muchísimo más de lo que podría aprender en una maestría.
El Punto de Inflexión: Un Momento en una Oficina Solitaria
¿Por qué decidí estudiar una maestría que me endeudaría por años? La respuesta vino mientras me enfrentaba a la pregunta más grande: ¿cómo las empresas deciden qué diseñar, construir y vender? Esa pregunta, hecha en la tranquilidad de mi oficina, fue el punto de inflexión. Decidí no quedarme quieto y aprender a hacerlo yo mismo. Así que decidí estudiar, viajar, conocer nuevas culturas y abrir mi mente a infinitas posibilidades. Y así, dejé mis experiencias en Argentina y Ecuador para volver a comenzar y reaprender empezando en Francia. Lo que no sabía es que la maestría era solo una excusa para saciar mi conocimiento. Lo verdaderamente poderoso fue mi motivación por aprender a innovar y sacar productos con oportunidad de éxito.
De Volver a Empezar a Emprender:
Ahora, a los 34 años, en realidad hace un mes y medio, decidí renunciar al puesto de Director, sabiendo que me pagaban muy bien y que me estaba yendo excelente. Decidí enfrentar un nuevo desafío: tener mis propios productos y negocios. ¿Por qué dejé un trabajo bien remunerado y seguro? Porque siempre quise empezar algo propio, algo que me perteneciera. Sentía que algo no encajaba en mi día a día de trabajo. Necesitaba empezar una empresa con una cultura orientada a la innovación desde el día 1. Con una cultura que trate a los empleados como adultos, permitiendo que demuestren que son responsables y valiosos. Fue un salto de fe. Mi esposa y yo decidimos reducir gastos, utilizar nuestros ahorros y sumergirnos en el mundo del emprendimiento.
El Camino de los Ingresos Pasivos:
En este viaje, descubrí el concepto de ingresos pasivos. No quería cambiar mi tiempo por dinero; quería construir un flujo constante y creciente de ingresos mientras vivía mi vida. Al principio, se trabaja mucho más de lo que se gana, especialmente cuando vienes de un trabajo bien remunerado. Pero estoy convencido de que, moviendo las fichas correctas, con el tiempo alcanzaré a lograr vender productos sin que dependa de mi tiempo (aka: ingresos pasivos).
Conclusiones:
Este blog es sobre mi viaje hacia los ingresos pasivos, sobre aprender a decidir qué diseñar, construir y vender, basándome en los fundamentos correctos. Estoy aprendiendo constantemente y quiero compartir cada paso del camino contigo. En el próximo blog, compartiré mi versión 1 del plan de ingresos pasivos, detallando las estrategias que estoy implementando para convertir mis sueños en realidad.
Gracias por acompañarme en esta travesía. Este blog no solo es sobre mi vida, sino también sobre la tuya, sobre nuestras aspiraciones compartidas y sobre cómo podemos cambiar nuestras vidas si estamos dispuestos a tomar el control. ¡Anímate a comentar qué te pareció este artículo y a compartir tus experiencias!
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Nicolás Ramírez
Fundador en InnovaciónyEmprendimiento.com
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